DIA 8: DIA TRANQUILO Y ACABANDO EN LAS ALTURAS (TEMPLO KINKAKU-JI (金閣寺), ARASHIYAMA (嵐山), KAWARAMACHI Y TORRE DE KYOTO (京都タワ))(MIERCOLES 12-08-09)

Eran las 7:10 de la mañana cuando Sergio se levanto para irse a comprar el desayuno mientras Miriam dormía.
Fue a buscar el Supermercado de 24 horas que vendían el Van Houten. Y después de seguir el camino que le indicó Gus el día anterior... ¡POR FIN LO
ENCONTRÓ! (por cierto, bastante grande) y siii, hay estaba el súper Van Houten de un litro, tan solo quedaban 2 y se lanzó a por el. También encontró el famoso bollo “pan de melón” (meronpan) y se llevo uno, a Miriam le compró un bollo de chocolate ya que el meropan no le hacía mucha gracia.



Después de llegar a las 7:35 al hotel, nos pusimos a desayunar y a prepararnos para salir. A Sergio el pan de melón (que realmente no sabe a melón) no le gusto mucho, así que Miriam compartió el bollo de chocolate con el.
Salimos hacia la estación de Kyoto sin antes dejar lo que sobró de Van Houten en la nevera de la cocina, para tomárnoslo a la vuelta.
Sobre las 8:20 cogimos el autobús nº 205 (200 yenes) hasta la parada Kinkakuji Michi y en el que tardamos poco más de 20 minutos en llegar.
Al bajar del autobús entramos en una tienda de recuerdos que estaba justo enfrente de la parada, pero de la que no compramos nada.

No sabíamos por donde se entraba al templo Kinkaku-ji(金閣寺), así que seguimos a la gente y… ¡Bingo!, encontramos la entrada.
Una vez dentro del Kinkaku-ji (金閣寺)(Templo del pabellón dorado) (400 yenes) paseamos e hicimos muchas fotos al pabellón y a lo que lo rodeaba. El pabellón es precioso, ademas forma parte del conjunto de Monumentos históricos de la antigua Kyoto declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994. En su interior (al que no se puede acceder) están las reliquias sagradas de Buda. Se compone de 3 plantas, las dos superiores recubiertas con oro puro.
Es digno de ver, reluce con la luz del sol y deja una estampa preciosa. A unos italianos que había por allí les dijimos que si nos podían hacer una foto, íbamos solos y queríamos una foto los 2 juntos con el Kinkaku-ji.
El templo también dispone de un impresionante jardín japonés en sus alrededores con múltiples lugares dignos de visitar. Eso sí, con unas peazo de libélulas que te podías montar en ellas y to, jajaja.


Dentro del templo compramos unas postales grandecitas del pabellón para Miriam y para la hermana de Sergio, que le encantan las fotos de paisajes.
A la salida del templo entramos a otra tienda de recuerdos y compramos un par de llaveros para los sobrinos de Sergio.
A la salida de la tienda encontramos una maquina muy curiosa, te daba vasos de bebida (refesco, té, agua,…). Las hemos visto de latas, botellas, pero no de vasos. Así que Sergio, como tenia mucha sed del calor que hacía ese día, se compro un vaso con coca cola.
Después de ir al baño seguimos nuestro camino sobre las 10:20. Nada mas salir del templo y empezar a bajar la calle entramos en un par tiendas de recuerdos pequeñitas y Miriam, que tenía mucha sed y estaba deshidratada, se compró un delicioso helado de una de las maquinas que había al lado de una de las tiendas.

Bajamos una calle largísima que se nos hizo eterna por el calor que hacía, y no había ni una maldita sombra. Dios, que calor pasamos. Quemaba hasta el suelo.

Después de estar media hora andando toda la calle y aguantando todo el sol en la cabeza, llegamos a la estación de tren para coger el Keifuku Arashiyama Line, que es como un tranvía, desde Shijo omiya hasta Arashiyama (última parada).
Al llegar a la estación del tranvía no sabíamos como se utilizaba la maquina para coger los billetes, ya que estábamos acostumbrados a utilizar el JR pass y los autobuses, y esas maquinas en la que estábamos estaba todo en japonés y no nos enterábamos de nada. Así que tuvimos que preguntar por gestos a un japonés que pasaba por allí de cómo utilizarla y el muy amablemente nos lo explicó, y pudimos coger 2 billetes (200 yenes cada uno).

Tardo un poquito en pasar y sobre las 11:00 llegó nuestro tranvía. El tranvía era chiquitito y los asientos estaban de lado, pero muy cómodos. Ya dentro preguntamos a una pareja mayor de japoneses donde había que bajarse y ellos nos lo indicaron a través de un mapa que había dentro del vagón. Tardamos unos 22 minutos en llegar hasta Arashiyama (嵐山).
Nada mas salir de la estación nos fuimos hacia el bosque de bambu. El bosque es impresionante, ver como troncos tan delgados pueden llegar a ser tan altos. Los rayos de sol apenas entrar entre los gigantescos tallos y era de agradecer porque había mucha sombra y se estaba fresquito. Había muchos caminos para seguir, y como no sabíamos por donde ir y los carteles estaban todos en japonés, nos perdimos un poco. Por los caminos nos encontramos algún templo pequeño, algún santuario, un área de descansó, etc. Al final Miriam indicó a Sergio que fuésemos por un camino que creía ella que se tenía que ir para llegar al templo que buscábamos y acertó. Lo malo del bosque de bambú es que la gran mayoría están vallados.

Llegamos al templo Tenryu-ji (Templo Celestial Dragón) sobre las 12:00, aunque realmente entramos en su jardín (300 yenes). Paseamos por el y vimos que había gente paseando dentro del templo, pero no sabíamos por donde estaba su entrada. Mientras que paseábamos nos encontramos a Gus y a Pili, que también estaban dando un paseo por el jardín y que tampoco sabían por donde se entraba al templo.
Dimos una vuelta los 4 juntos, mientras buscábamos la entrada al templo. Al salir del jardín vimos que la entrada estaba junto a la salida del mismo.

El templo costaba 600 yenes, pero si la cogías combinada con jardín y templo te salía barato. Pero como ya habíamos cogido la del jardín, Sergio no quería pagar 600 yenes más. Así que entraron Gus y Pili al templo mientras los esperábamos fuera. Gus vino al momento corriendo a decirnos que si en la taquilla enseñábamos la entrada del jardín nos la convalidaba con la combinada y nos saldría el templo a tan solo 100 yenes, así que entramos los 4 a ver el templo Tenryu-ji.
El templo era precioso y sus vistas al jardín desde dentro era una maravilla, ver su bello estanque rodeados de arces, el hermoso paisaje circundante cargado de una nostalgia impresionante, estar allí era pura tranquilidad, parece que te han trasportado a otro tiempo. La edificación se concluyó en el año 1345 y se lo considera un edificio sagrado y de altísimo interés socio-cultural sumado a que en 1994, fue nombrado Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO.
Mientras paseábamos Pili tuvo un pequeño percance, y es que se torció el tobillo mientras andábamos por una plataforma de madera. Estuvimos sentados un rato para que se le pasara el dolor.

Salimos a la 13:20 del templo y bajamos despacito (a Pili le seguía doliendo el tobillo) por un camino lleno de budas hacia el rió Hozu de Arashiyama. Llegamos al río y vimos que habían barcas para pasear (aunque no llegamos a montar, eran caras). Compramos algo para beber para no deshidratarlos y dimos un pequeño paseo por su orilla.
Queríamos ir a ver la reserva de monos que había en una montaña justo al otro lado del río, pero como no sabíamos que camino había que coger y no nos queríamos perder en medio de una montaña llena de monos, y a saber que otra clase de animalitos y bichos mutantes pudiese haber por esas montañas, mejor lo dejamos para otro momento, otra vez será.

Gus y Pili nos comentaron que si queríamos seguir nosotros 2 solos, ya que con Pili cojeando por su dolor de tobillo no querían retrasarnos; así que seguimos nuestro camino los 2 solos.
Sobre las 14:00 cruzamos el río Hozu por el puente Togetsukyo para llegar a la estación de Arashiyama, pero estuvimos callejeando y no la encontrábamos, así que preguntamos a un japonés y nos digo que la teníamos justo a la siguiente calle. Mientras que íbamos a la estación Sergio se empezaba a encontrar mal por culpa del hambre, el calor horrible que hacia ese día y el cansancio. Pero seguimos adelante con lo planeado.
Llegamos a la estación sobre las 14:15 y esta vez si conseguimos averiguar como funcionaba la maquina para sacar los billetes de tren (220yenes).
Fuimos en tren hasta Katsura y luego hicimos trasbordo hasta Kawaramachi, en lo que tardamos 25 minutos en llegar.
Al salir de la estación fuimos a buscar la zona comercial de Shijo-Wakaramachi, y mientras, buscábamos también la parada de autobús que nos llevase hasta la estación de Kyoto a la vuelta.
Tan solo veíamos una gran calle con tiendas grandes a ambos lados, pero no se parecía mucho a una zona comercial, tampoco veíamos algún sitio para poder comer.

Después de estar 5 minutos andando por la calle, encontramos la zona comercial. Lo primero que hicimos allí fue buscar un sitio para comer. Encontramos un Mc.Donald, pero estaba hasta los topes e incluso había gente esperando mesas para poder comer, así que nos fuimos a buscar otro sitio. Al final después de estar buscando otro sitio para comer, sobre las 15:15, encontramos un Mr. Chicken pequeñito y nos comimos un menú riquísimo que consistía en: una súper hamburguesa de pollo, una cacho pechuga empanada deliciosa y bebida; todo por tan solo 900 yenes cada uno. Así normal que Sergio se recuperase enseguida y recuperase otra vez fuerzas. Cuando acabas de comer hay que reciclar las cosas de la bandeja: restos de comida, hielo, líquidos, papeles, etc. Y cada uno en su recipiente correspondiente.
Sobre las 16:00 terminamos de comer y nos fuimos a ver las tiendas de la calle comercial, que estaba abarrotada de gente joven. Vimos muchas cosas interesantes en las tiendas, jugamos en los recreativos Sega, encontramos la primera tienda de merchandising relacionados con el manga y anime...
Sergio bajo unas escaleras sospechosas que daban a un bajo de un edificio, en el cual se encontró una tienda de cosas guarris: muñecas, mangas, dvds, etc. Así que llamo a Miriam y entramos a verla.
Antes de acabar la visita a las tiendas, nos sentamos a recuperar fuerzas tomándonos algo de beber en un banco. En cuanto terminamos y pensamos si compra o no una mochila que acababamos de ver en una tienda para sustituir a la que tiramos (ya que la otra la tiramos por que se me quedó el olor a yogur pasado), decidimos esperarnos a comprarla mas adelante en Tokio, pero si compramos el muñeco de los “huevos gordos”, y alguna cosilla que otra por la zona comercial como un llavero en forma de estrella ninja para Sergio.
Sobre las 17:30 nos fuimos a la parada donde pasaba nuestro autobús para regresar a la estación de Kyoto. Y una vez allí, tuvimos que esperar mucha cola para coger el bus (el nº 17).
Una vez llegamos a la estación de Kyoto (18:30), nos fuimos a visitar la torre de Kyoto (京都タワ)(770 yenes, 131 metro de altura) que esta justo enfrente.

Antes de subir entramos por debajo de la torre donde hay muchos comercios y tiendas (además de un hotel) para ir al ascensor que nos subía arriba del todo de la torre, a su mirador (100 metros de altura). Impresiona mucho estar allí arriba y poder ver todo Kyoto, desde allí tienes una vista de 360º de toda la ciudad. En su interior había varios “prismáticos” para poder observar mejor los sitios de interés como: el santuario Sanjusangendo, el castillo Nijo, el To-ji, la bahía de Osaka, etc. Estuvimos haciendo foto, visitamos a su mascota, Miriam se compro su primera moneda de la torre de Kyoto (en todas las torres y miradores tiene su propia moneda y mascota).

Antes de salir, sobre las 19:15, estuvimos echando un vistazo por las tiendas de la torre.
Una curiosidad: La torre de Kyoto se termino de construir en 1964, el mismo año que se inauguro el primer servicio de Shinkansen( el tren bala japonés) y los juegos olímpicos de Tokio.
Mientras subíamos hacia el hotel, pasamos por el supermercado que hay cerca de la estación para comprar algo de beber para la cena. Una vez llegamos al hotel metimos la bebida que acabábamos de comprar en la nevera de la cocina y cogimos el Van Houten que dejamos por la mañana.
Estuvimos descansando un poquito en la habitación del hotel con el ventilador al máximo mientras nos bebíamos lo que sobró de Van Houten, que después de estar todo el día andando para un lado y para otro, sentaba myyy bien.
Nos duchamos, preparamos las cosas para el día siguiente, Sergio bajo a poner la lavadora, la recogió, la tendió, etc.
(Sergio)A eso de las 20:50 me fui a comprar la cena en el Seven Eleven que había cerca del hotel. Al salir estaba lloviendo, pero no mucho en ese momento. Cuando se puso a llover mas fuerte fue cuando salí del Seven Eleven, me puse como una sopa.
Cuando estaba llegando al hotel, vi a lo lejos a Gus y Pili entrar en e hotel; ella seguía cojeando, así que me imagine que todavía le dolería el tobillo.
Cuando llegue al hotel fui a la cocina a coger las bebidas que metimos cuando llegamos hace un rato. Dentro de la cocina había un chico (no era japonés) que me empezó hablar en un lenguaje que no entendía, hasta que de repente digo “Zinedine Zidane”, (yo llevaba puesta la camiseta del Real Madrid) y comprendí de donde era el tío y el idioma en el que me hablaba, era francés. También decía muy emocionado cosas como:” Real Madrid good, very good “y “Karim Benzema”, jajaja, le caí bien al francés. Aunque yo no le decía nada, tan solo le sonreía y asentía.
Subí a la habitación y le comente a Miriam lo que me había pasado con el francés mientras cenábamos. Cuando terminamos de cenar nos fuimos prontito a la cama con el ventilador a to pastilla (22:45) para aguantar el último día que nos quedaba en Kyoto, e iba a ser duro.
Mientras estabamos apunto de dormir Miriam pego un bote que casi se sube al techo "que susto". Por lo visto ella notó algo recorerle las piernas, como un bichito, y Sergio se puso a inspeccionar la habitación (menos mal que era pequenita) en busca de algun bicho, pero no encontró nada pero por si acaso hecho casi to el bote matabichos que habia por la habitación y lo hecho hasta en el ultimo rincón mas pequeño. Al final no pasó nada y pudimos dormir tranquilos.

CONTINUARA…