DIA 7: LA ISLA SAGRADA Y UN POCO DE HISTORIA (LA ISLA DE MIYAYIMA E HIROSHIMA)(MARTES 11-08-09)

Este nuevo día dormimos un poco más, ya que nuestro Hikari salía a las 8:02 dirección Hiroshima. Nos levantamos a las 7:15 para preparar todo y salir hacia la estación de Kyoto.
Después de 2 días sin parar de llover nos dejó un descanso y ya no llovió más, aunque ese día el cielo estaba nuboso.
Compramos el desayuno (un par de bollos, más un batido de 1L.) en el Lawson para desayunar en el Hikari. .En el Lawson Sergio vio que había una promoción de productos bastante interesantes de Dragon Ball, sobre todo un dragón Sheron en tamaño grande, pero no se lo compro por que esperaba comprárselo, si lo veía, en Tokio. Mala decisión por que en Tokio no vio al dragón Sheron por ninguna parte.
A las 8:10Llegamos al andén para coger el Hikari que nos llevase a Hiroshima. Pasaba el tiempo y se acercaba la hora de que pasase nuestro tren, pero no había rastro de el. En los paneles de los andenes en vez de poner que pasaba el Hikari a las 8:02 ponía que pasaba a las 8:22 y en los paneles de debajo de la estación ponía que sí pasaba a las 8:02. Así que no sabíamos que hacer por que, ya pasadas las 8:02 seguía sin venir, y es improbable que un tren en Japón se retrase tanto. Pero no éramos los únicos que estábamos sin saber que pasaba, había 2 parejas de españoles que les pasaba lo mismo. Una de las parejas estaban comentando que le había dicho un revisor de la estación, que estaba en ese andén, que el tren que venía a las 8:02 se había a averiado y teníamos que coger el de las 8:22.
Cuando llego el Hikari de las 8:22 tuvimos que ir todos los del tren que se había averiado a los vagones de “no reservados”, pero como éramos muchos íbamos algo apretaditos. Entramos como pudimos, a empujones, nos quedamos atascados dentro y no pudimos avanzar más de tanta gente que había. Notamos la sensación de agobio de ir en un de tren de Japón lleno de gente, jejeje.
Lo bueno es que cuando llego el tren a Shin-Osaka, casi todo el mundo se bajo del tren y fuimos corriendo a coger unos asientos libres; pudimos descansar y desayunar tranquilamente lo que compramos en el Lawson porque era un trayecto largo ( casi 2 horas).
Cuando llegamos a Hiroshima sobre las 10:15 aproximadamente fuimos un momento al baño.
Como había mucha gente en la estación, Miriam tuvo que espera cola para entrar al baño de mujeres. Sergio mientras esperaba, se fue a preguntar la hora de salida del tren local que nos llevase hasta Miyajimaguchi, le dieron un papel con todos los horarios de salida y llegada, incluidos también los del ferry que te llevaban hasta la isla de Miyajima.

Cogimos el tren local a Miyajimaguchi sobre las 10:45 y llegamos en 27 minutos a la estación. Al salir el cielo ya estaba despejado y empezaba hacer mucho calor. Fuimos directos al ferry que nos llevase hasta la isla de Miyajima, que partió enseguida hacia la isla (sobre las 11:10).
Nos fuimos a la parte de arriba del ferry para tener mejores vistas de la isla y del Tori flotante.

Llegamos en 10 minutos a la isla, pero se nos hizo corto por que disfrutamos mucho en el Ferry.

La isla de Miyajima (isla del santuario) que ha sido siempre sagrada y hoy es considerada además un parque natural.

Nada mas salir del barco y pisar la isla nos recibieron unos personajes muy curiosos, un montón de ciervos sueltos por todos lados, jajaja. Nos lo pasamos en grande con ellos, eso si, eran ciervo “come-papeles” por que cuando veían uno se lazaban a quitártelos de las manos y a comérselos, había que tener mucho cuidado, jajaja.

Por el camino encontramos un cartel un poco inquietante donde ponía “Dead End” ( fin del camino) y en el venía una flecha indicando un camino, pero nosotros seguimos el nuestro por si acaso nos caíamos por un precipicio..., jajaja.

Llegamos al Toi flotante, se le llama así por que una parte esta debajo del bajo agua y el resto parece estar flotando sobre ella. Cuando baja la marea si puedes acercarte a el y es muy bonito, pero nosotros cuando llegamos la marea ya estaba alta y no pudimos acercarnos. Gus y Pili como estuvieron el día anterior y durmieron en la isla nos contaron que ellos si pudieron acercarse cuando bajo la marea. Cuando esta la marea alta te puedes montar en barcas y pasar a su lado.

Nos hicimos fotos con el Tori flotante y seguimos hacia el santuario Itsukushima (300 yenes). Justo al lado del santuario se encontraba la gran pagoda Tashoto de 5 pisos.

Antes de entrar al santuario Itsukushima nos encontramos a Gus y Pili (11:30), nos contaron como se lo pasaron el día anterior y su noche en la isla.
Cuando les vimos les comentamos un par de cosillas que no teníamos claro y eran: donde estaba el supermercado dónde vendían el Van Houten cerca del hotel y donde se encontraba la zona comercial de Osaka que no vimos por ningún lado.
La primera era que el supermercado donde venden el Van Houten no era por el camino que Sergio había ido a buscar, se confundió de sitio y se fue por otro.
Y la segunda era que no encontramos la zona comercial por que en vez de ir a Osaka en tren local, que se tarda hora y media en llegar, cogimos el Hikari que nos llevo a Shin-Osaka y en el que tardamos 15 minutos aproximadamente. Por eso ni vimos zona comercial, ni na de na…eso por improvisar y no llevar mapas de la zona.
Nos fuimos los 4 juntos a pasar el día, y ya que estábamos al lado del santuario Itsukushima entramos dentro. El santuario esta muy bien por que esta sobre el mar y enfrente tiene el gran Tori flotante, dicen que tiene una sala del tesoro, pero no llegamos a entrar.
El santuario principal esta construido en un banco de arena, al pie de un montículo, y que el gran Tori flotante, de 16 metros de altura, que indica la entrada al santuario, esta construido directamente en el mar.
Unidos al santuario principal hay varios templo menores unidos por pasillos.
El tiene 3 partes: El salón santo donde habitan los dioses (Heiden), una parte interior donde solo los sacerdotes ingresan (Haiden) y el área externa para la adoración del publico (Haraiden). Frente al gran Tori se encuentra una plataforma ceremonial donde se llevan acabo presentaciones musicales, como el festival de Kangensai. El santuario ha sido declarado por la Unesco, patrimonio de la humanidad.

Al salir del santuario fuimos a una tienda de recuerdos y Miriam compro postales de Miyajima. También compramos algo de beber en una maquina que había al lado y descansamos un poco sentados en un banco. Justo detrás nuestras se puso un ciervo con unos cachos de cuernos que daba miedo, cualquiera le tosía.

Empezamos a subir escaleras y cuestas empinadas para ver los templos que había arriba. Llegamos a una bifurcación de 2 caminos que subían hasta arriba del todo, así que cogimos el de la izquierda. Fue una muy buena elección, por que ese camino aunque era más largo y con muchas escaleras, estaba llenísimo de mini-dubas por todos lados y a ambos lados del camino, eran graciosísimos, yo me quería llevar uno. A uno de los mini-budas le dejamos encima una moneda de 10 yenes y pedimos un deseo.

Llegamos hasta arriba del todo y nos encontramos al muñeco de los “huevos gordos” con sus” 2 hijos “vestidos de sacerdotes. jajaja.

Mientras llegábamos al templo Daisho-in (gratis), nos encontramos a una buda dorada en tamaño real tumbada al estilo mona lisa, pero con ropa, era muy graciosa. Enfrente de la estatua había unas escaleras con las ruedas de oro de oración que aportan fortuna ( Gus y Sergio las hicimos girar) y que daban a un templo al que visitamos.

Entramos en el templo Daisho-in, que es un delicioso complejo de templos con un montón de budas de todos los tamaños y formas. Muy tranquilo y alejado del bullicio del puerto y del Itsukushima.
En uno de los templos vimos a una japonesa bajar por unas escaleras a una especie de sotano, Sergio sintió curiosidad y se fue detrás a ver que había, al bajar y entrar por la puerta no se veía nada, estaba en total oscuridad, y subió enseguida. La japonesa que entro no salía por las otras escaleras que eran de salida y tuvimos curiosidad y pensamos si bajar o no; al final Gus decidió ir el primero, luego Pili, Miriam y Sergio. Bajamos todos y no se veía nada, tampoco había nada para agarrarse y guiarte, así que sacamos todos los móviles, cámaras, etc. para tener algo de luz. La sala lo único que tenia eran unas pequeñas budas metidas en un cristal en la pared y eso si tenía algo de luz, pero muy poca, será para que no se jodieran. Al salir seguimos viendo los templos del Daisho-in.

Cuando lo vimos todo bajamos hacia el templo Senjokaku (100 yenes) que estaba al lado del santuario Itsukushima y que es un templo con un montón de columnas y pinturas en su techo, pero al que al final no entramos por que íbamos algo mal de hora y, Sergio y Miriam, queríamos ver las tiendas comerciales de la isla.
Compramos algunos recuerdos y postales en las tiendas comerciales. También en unas de las tiendas había dulces típicos japoneses donde ponían muestras para probar y donde los estuvimos probando todos, algunos más ricos que otros, jajaja. Miriam se llevo una muñeca de una geisha, se enamoro de ella, que hasta que no se la compró no se quedo tranquila.

Fuimos a buscar a Gus y Pili que se habían separado un momento, una vez los encontramos fuimos juntos a coger el Ferry (sobre las 14:20) que nos llevase de vuelta a Miyajimaguchi.
Ya en el Ferry Gus y Pili se fueron a la parte de abajo, mientras nosotros nos fuimos a la de arriba que daba menos sensación de mareo. Al final zarpamos de la isla sobre las 14:140.
Nada mas desembarcar nos fuimos a comprar algo de comer a un Lawson que había cerca del embarcadero.
Nos sentados en un banco que estaba enfrente del Lawson a comer. (Miriam y Sergio) nos comimos unos sandwichs y un paquete de shusi , Sergio también se zampo una bola de arroz. Mientras comíamos decidimos los 4 si íbamos a ir al final a Iwakumi o no, ya que no sabíamos a que hora cerraban el puente Kintai Kyo, Ya la hora que era, casi las 3, y no sabíamos a que hora cerraban el puente y no podíamos arriesgarnos a cruzarlo y que luego lo cierren y quedarnos en el otro lado, decidimos no ir y cambiarlo por Hiroshima.
Fue una pena por que nos quedamos con ganas de ver el puente, ya que tiene 5 arcos con escalones que cruzan el lecho del río, siendo su particularidad que no se usaron clavos ni pernos para la unión de las piezas, siendo éstas ensambladas sólo a través de abrazaderas, cables y totalmente todo hecho de madera. Tiene que ser espectacular.
A las 4 y pico cogimos un Kodama (un tren local) para irnos hasta Hiroshima, y así mientras descansábamos los pies casi media horita que tardo el tren en llegar.
Al llegar a la estación Miriam y Pili fueron al baño, mientras Gus y Sergio esperamos fuera. Sergio se fijo que había muchos japoneses en la estación con camisetas, bandeas, bufandas y trompetas del equipo de béisbol del Hiroshima y le vino el recuerdo de los partidos de fútbol en España. Se iba a comprar una camiseta del Hiroshima como recuerdo, pero no la encontró.
Salimos de la estación y fuimos a coger un tranvía hasta Genbaku dome mae (150 yenes). Tardamos un poco más de lo que creíamos, algo más de 10 minutos.

Al bajarnos fuimos a dar al parque memorial de la paz de Hiroshima donde se encuentra el emblema internacional más reconocido del desastre: la Cúpula de Genbaku, los restos en pie de un edificio construido para la Exposición Comercial de Hiroshima en el año 1915. Que increíblemente, estando a sólo 150 metros de distancia del lugar donde explotó la bomba atómica, el edificio, con graves daños, resistió en pie a la debacle, y tal como quedó, fue conservado hasta la actualidad. El edificio derruido dramáticamente, fue preservado como un testimonio de la destrucción que puede causar un ataque nuclear, y al mismo tiempo, como un símbolo doloroso capaz de promover la paz mundial.
En el parque también se encuentran: estatuas conmemorativas, un Memorial con cenizas de miles de víctimas, una llama de la paz, encendida en forma permanente a menos que una debacle nuclear termine con la vida en la Tierra, y hasta un Museo completo dedicado a recordar los sucesos que hicieron tristemente célebres a Hiroshima.
Paseamos por el parque e hicimos fotos. Ya pasadas las 17:00 fuimos a ver el museo de la paz del parque (fundado en 1955), que a diferencia de otros sitios como por ejemplo: templos, este cerraba mas tarde.

Visitamos el museo (100 yenes el museo y 300 yenes (opcional) los cascos que se utilizan como guía). Lo primero que nos llamo la atención nada mas entrar es que había folletos en español y los cascos que se utilizaban como guía, también podías oírlos en español. Es muy difícil en Japón ver folletos en español cuando entras en algún sitio.
Miriam se cogió unos cascos guía, y le contaba lo que le decían por los cascos a Sergio.
Del museo es muy largo para contarlo, lo único que podemos decir es que verlo es muy duro sentimentalmente, se te hace un nudo en la garganta y casi con alguna lagrimilla que otra.
El museo fue declarado por la UNESCO como patrimonio cultural de la humanidad y fue construido con el objetivo de que de que se convierta en una lección para la humanidad a través del mensaje que se transmite: nunca más se debe utilizar una bomba nuclear. Si pasáis por Hiroshima es muy recomendable visitarlo.

Salimos del museo pasadas las 19:00 y nos fuimos al tranvía que nos llevase de vuelta a la estación de Hiroshima. Tardo un rato en pasar, y cuando entramos íbamos algo apretadillos. Al salir del tranvía había unos españoles que en vez de salir por delante y pagar, se intentaron escaquear sin pagar por detrás, pero les salio mal la jugada, por que nada mas salir había un revisor que cobraba a los que salían por detrás sin pagar, jajaja.
Nos dio tiempo a coger los billetes del Hikari que salía a las 19:51, era el último en pasa e íbamos muy justos de tiempo.
Al final el Hikari no salio hasta las 20:15 por que despues de estar dentro del Hikari vino un japones y nos hecharon a todos del vagon, y ya afuera habia un japones corriendo de una punta a otra del tren hechando a todo el muno del tren, nos asustamos un poco por que no sabiamos que sucedia, y es que iban a limpiar el tren (casi meria hora) y cambiando de dirección los asientos con mucha tranquilidad. Entre el tren averiado de la mañana y este menudo día de trenes tuvimos. Mientras esperábamos a subir al tren decidimos cambiar lo que íbamos hacer el día 8 por el 9 y viceversa, ya que estábamos agotados y el día 9 era mucho más tranquilo que el 8, que era una paliza.
Ya de camino a Kyoto estuvimos descansando e intentamos dormir un poco en el Hikari, ya que estábamos muy cansados y era un viaje muy largo. Al lado nuestra se sentaron 3 jovenes japonesas que llevaban 2 cachos de peluches bastantes grandes, y nos parecio gracioso ver que se quedaron dormidas con los peluches abrazados. Que potito...
Al llegar a la estación (22:20) Gus y Pili se adelantaron rápido al hotel para a ver si (con lo tarde que era) les habían guardado la reserva de la habitación.
Nosotros de camino al hotel compramos algo de cenar en el Lawson que esta al salir de la estación. Al llegar al hotel vimos a Gus salir que una habitación que les habían guardado y estaba justo al lado nuestra. Nos comento que acababa de llamar a su padre y le dijo que en las noticias de España habían dado una noticia sobre un terremoto cerca de Tokio ese mismo día.
En cuanto les devolvimos a Gus y a Pili sus maletas, Sergio bajo a llamar desde el mini-portátil por el Skype a su hermana y a la familia de Miriam para comunicarles que estábamos bien y que lo del terremoto fue a las afueras de Tokio y nosotros estábamos a muchísimos kilómetros de allí; además que ni nos enteramos que ese día hubo un terremoto por Japón.
En cuanto Sergio subió a la habitación nos pusimos a cenar, preparamos las cosas del día siguiente y nos fuimos dormir derrotados.
CONTINUARA…