30/8/10

DIA 16: ÚLTIMO GRAN DÍA DE COMPRAS Y CACHONDEO POR JAPÓN(SHIBUYA, HARAYUKU Y AKIHABARA)(JUEVES 20-08-09)

Último día de nuestro maravilloso viaje por tierras niponas; y por eso nos levantamos con las pilas muy cargadas para disfrutar de ese día,y que la verdad es que lo aprovechamos muy bien.
Sergio se levantó antes antes que Miriam (sobre las 8:10) para bajar y relajarse un poco al Osen para empezar el día bien; pero de tanto pensárselo no lo hizo y se puso a navegar por Internet en el mini-portatil hasta que Miriam se despertara (8:30).
Una vez terminamos de desayunar, sobre las 9:00, salimos de la habitación y bajamos a recepción. Una vez allí buscamos al recepcionista para avisarle de que al día siguiente sobre las 6:00 dejábamos el hotel y donde podríamos dejarle las llaves. Él nos dijo que se la dejásemos encima de la mesa de recepción cuando nos fuésemos del hotel. Al ir a salir por la puerta nos digo que esperásemos un momento; enseguida apareció con una cámara de fotos y nos digo que si nos podía hacer una foto, nos quedamos un poco extrañados pero le dijimos que si amablemente, el muy contento nos la hizo y nos dio las gracias haciendo una reverencia muy contento, nosotros se la devolvimos.
Salimos del hotel y nos fuimos hacia la estación de Nippori. Una vez allí buscamos el Sky Liner para reservar los billetes del día siguiente (6:35) para coger un tren que nos llevase hasta la terminal del aeropuerto de Narita.
Cuando llegamos a los tornos para pasar preguntamos a un taquillero que había allí donde se podían reservar los billetes, el llamó a una compañera que había allí la cual nos acompañó a un sitio donde nos sacó los billetes reservados ( Keisei Sky Liner)(1920 yenes cada uno). Al volver a salir pasamos por una puertecita que había al lado de los tornos y le dimos las gracias al taquillero.
Ya se nos había caducado el Jr Pass, ya habían pasado 15 días desde que estábamos en Japón y el Jr Pass lo cogimos de 14 días. Así que cogimos 2 billetes sencillos hasta la estación de Shibuya ( 220 yenes).
Llegamos a la estación y salimos por la “Hachiko Exit” para ir a parar a la famosa estatua del perro Hachiko. La historia del perro es muy larga para contar, pero a los que os interese os la contaremos una vez terminemos.
Una vez llegamos a la estatua de Hachiko nos estuvimos fotografiando en ella. Se nota que es muy famosa por la cantidad de gente que había fotografiándose en ella. Además la estatua de Hakicho es un punto de encuentro para muchos japoneses, sobre todo jóvenes.
Justo enfrente de la estatua hay un vagón verde de un antiguo tranvía que pasaba por allí antiguamente. Dentro del vagón había muchas fotografías de Shibuya en blanco y negro bastantes antiguas, además de un gran asiento muy comodo por si te querías sentar.




Salimos del vagón y buscamos el famoso cruce de Shibuya, que es por el que más personas pasan al día del mundo, más de un millón de personas un día normal. Además el cruce usa el paso de cebra en forma de cruz muy famoso en Japón, y que son pasos de cebra en el que se corta toda la circulación para dejar pasar exclusivamente a los peatones. Además el cruce de Shibuya suele aparecer mucho en películas, en animes y manga; como por ejemplo: Llamada perdida, Tokyo Tribe, GTO, Lost in Translation, Death Note, The fast and the furious 3: Tokio Race. Etc.
El cruce estaba justo al lado de la estatua de Hachiko, pero Sergio desde un principio no le convencía de que era ese, aunque Miriam decía que si que era y estaba muy convencida de ello. Pero Sergio se empeñó que no era y nos pusimos a dar una vuelta por la zona rodeando la estación hasta la otra punta. Una vez allí subimos un puente que cruzaba una carretera haber si desde allí Sergio veía algo, pero no.

Al final Sergio se tuvo que dar por vencido y admitir que Miriam que tenía razon y que el cruce que vimos antes y que estaba junto a la estatua de Hachiko era el que buscábamos. Así que perdimos media hora el tiempo dando vueltas tontamente por la cabezonería de Sergio.
Volvimos al cruce y subimos a un edificio que había al lado para tener una perceptiva buena para poder fotografiar el cruce y sacar buenas foto. Lo malo es que eran las 10:30 de la mañana y no había mucha gente cruzando por el y le quitaba un poco el encanto.

Bajamos al cruce para pasar por el y mientras esperábamos el semáforo para cruzar nos sorprendió los pantallones que había en los edificios que rodeaba el cruce donde te ponían muchísimos anuncios publicitarios a to trapo.
Por la noche tiene que ser impresionante aquello, todo lleno de neones y las pantallas alrededor a to pastilla y cuando vas a cruzar ves una avalancha de gente que viene hacia ti...Que pena haber ido por la mañana y no haber tenido más días para visitarlo. Aunque cuando volvamos a Tokio este es el primer sitio que vayamos a visitar por la noche.

Se puso el semáforo para nosotros y cruzamos por el cruce, pero al no ver tanta gente cruzandolo no lo ves tan impresionante que cuando lo ves en algún video o película.
Llegamos al otro lado de la calle y dimos un pequeño paseo por su zona comercial. Debería ser por la hora, pero algunos sitios estaban cerrado y la zona estaba un poco muerta. El ambiente bueno debería de ser por la tarde. Vimos allí un pizzería bastante interesante, pero todavía era muy pronto para comerse una, pero a la vuelta comeremos algún día una pizza japonesa, que según dicen saber direfente a una pizza normal. Si es como la hamburgersa del Mc.Donald debe de estar deliciosa.

Enseguida nos dimos la vuelta y volvimos a la estación de Shibuya para coger la Yamanote Line hasta Harajuku que tan solo estaba a una parada. Volvimos a coger 2 billetes sencillos otra vez (220 yenes).
Nada más salir de la estación (11:30) fuimos a una tienda de deportes que había cerca a ver si veíamos una mochila grande para llevárnosla y poder meter más regalitos.
La tienda era enorme pero los precios te echaban para atrás, eran muy caros. Por ejemplo, una mochila te podía salir por unos 6000 yenes aproximadamente cuando vimos mochilas más baratas en otras tiendas. Debe de ser que como era una tienda de deportes más profesional los productos son mejores y más caros.
Salimos de la tienda con las manos vacías y fuimos hasta la zona comercial que nos pillaba al lado. Por el camino nos cruzamos con 2 japonesas disfrazadas de algo que no sabemos que, pero nos imaginamos que de alguna serie anime por que iban con un vestido rarísimo rosa y un mini-paraguas también rosa. Habíamos oído que en Japón es muy común ver a los japoneses disfrazados por la calle sin más y de lo más natural, era la primera vez que lo veíamos y lo vimos muy curioso y nos encantó.
Llegamos a la zona comercial y Miriam se compró unos calcetines especiales para llevar unos zuecos de madera que se quería comprar para llevarlos con el Yukata que se compró el día anterior.
Una vez los compró fuimos a la tienda donde compramos el Yukata para comprarse los zuecos de madera. Después de comprárselos y regresar a Madrid fue a probárselos y le quedaban pequeños, no le valían.
Ese día había más gente que el anterior, pero menos que el Domingo pasado; se podía pasear tranquilamente sin agobiarte. Lo que si nos dimos cuenta que ese día había mucha gente de color por esa calle. También nos encontramos al dependiente raro de la tienda de camisetas de beisbol del día anterior, y que a Sergio le daba tan mal rollo; estaba apoyado en la pared cerca de su tienda hablando con un par de personas.
Teníamos hable y entramos en un 7 Eleven y compramos algo para almorzar: un paquete de Sushi, leche y una peazo de lata de Coca Cola de LITRO Y MEDIO; salimos del combini y nos sentamos en la calle a descansar un poco y a coger fuerzas.

Justo a nuestro lado había 2 jovenes japonesas que parecían maniquís; llevaban unas uñas postizas enormes de colorines, bronceadas de arriba abajo, unas gafas de sol enormes que le tapaban la cara entera y los pelos teñidos de rubio que parecían pelucones. Una especie de Victoria Beckham a la japonesa.
Después de haber almorzado y cogido fuerzas, nos volvimos a la estación para coger otra vez la Yamanote Line y acabar el día en..... ¡AKIHABARA AAA! y hacer las últimas friki-compras.
Llegamos a Akihabara a eso de las 12:30 y justo antes de salir de la estación nos encontramos con un luchador de sumo; era enorme y llevaba su característico moño en la cabeza. La verdad es que ver uno delante en vivo impresionaba bastante (eso si, iba vertido con un Kimono, no penseis mal, jajaja).
Salimos de la estación y empezamos a buscar primero una tienda donde vendiesen mochilas para comprar una.
Entramos en una tienda bastante estrecha, tenías que ir por los pasillos casi de en uno en uno. La singularidad de esta tienda es que vendían muñecos rarísimos que jamas hayamos visto, tenían pinta de ser bastante antiguos, además de ser muy bastos. Como vinos que no vendían mochilas y no nos gustaba mucho la tienda, nos fuimos enseguida.
Justo en la otra cera vimos una tienda que tenían mochilas en el escaparate, nos acercamos a ella y vimos que las mochilas eran bastante grandecitas y baratas (1000 yenes), así que compramos una y la aprovechamos para meter las compras de ese día.
Cerca de esa tienda entramos en otra de recueros pequeña que bajabas por unas escaleras y allí Sergio se compró una camiseta roja muy chula donde ponía AKIBA en grande y abajo letras japos en amarillo; también se compró unos gatitos pequeños (Neko) para sus hermanas.
Regresamos otra vez a la zona de la estación y empezamos a ver las tiendas que había por allí empezando por la tienda de recuerdos que visitamos el primer día que estuvimos en Akihabara y que era grande y tenía cosas interesantes.
Compramos un juego de Tee y otro de Sake para cuando nos den nuestra casita, jajaja; además compramos una pequeña Geisha cabezona que mueve las caderas a los lados y algunas postales para las hermanas de Sergio y nuestras amigas Lydia y Marta del grupo de música Charm.
Dimos un paseo por los callejones de la zona y fuimos hasta la tienda grande de merchandising donde compramos la camiseta naranja de Goku. Allí Sergio estuvo dudando en comprarse el muñeco grande de Sefirot o el de Cloud del del Final Fantasy XII, al final se llevó al malote (Sefirot) juntó a una taza para el desayuno donde salían dibujadas unas chicas de una serie manga que no conocemos, pero molaba mucho el dibujo.
Seguimos viendo las pequeñas tiendas de la zona hasta llegar a la tienda de consolas y juegos retro “Mr. Potato”. Estuvimos paseando y viendo otra la vez la tienda y recordando viejos tiempos, pero seguíamos teniendo ganas de pillarnos la Atari 2600, pero ya no teníamos sitio para meterlas en las maletas. Cuando volvamos dejaremos un huequecito reservado para la consola.
Salimos de la tienda y ya teníamos hambre, así que mientras mirábamos tiendas buscábamos algún sitio para poder comer.
Vimos un sitio para comer que le bautizamos con el nombre del “come, come”. Le pusimos ese nombre por que era la típica tienda de comer ramen ( parecida a la que sale en la serie de Naturo cuando esta comiendo ramen con Iruka) y donde había un japonés fuera invitando a todo el mundo que entrase a comer mientras gritaba algo tan rápido que parecía que decía: come, come, come, come...jajaja y le bautizamos con el nombre del “COME, COME”. Ademas los que estaban sentados comiendo lo hacían muy rápido (como con prisa) y el que acababa se levantaba y enseguida se sentaba otro, se levantaba, corriendo se sentaba otro; así todo el rato, era una locura, jajaja.
No comimos en el porque nos gusta comer en plan tranqui, además estábamos de vacaciones y no queríamos agobiarnos mientras comes, además te lo sirven muy caliente el ramen. Pero ahora que estas aquí en Madrid, lo piensas y te arrepientes de no haberlo probado, nos quedamos con las ganas. Pero sabemos que tienda es y donde se encuentra, así que para la próxima ya sabemos donde comer e iremos bien preparados para el....” COME, COME”
Llegamos al final de la calle y ya no vimos nada para comer. Al cruzar a la otra cera vimos un Mc. Donald bastante grande con 2 plantas, entramos y pedimos 2 menús. Justo a nuestro lado estaban sentado una familia de españoles: el matrimonio y sus 2 hijos pequeños, de unos 14 años. Nos sorprendió ver una familia entera de españoles por Japón, estábamos acostumbrados a ver tan solo grupo de jóvenes de unos ventitantos o parejas, pero familias con hijos pequeños era la primera vez que lo veíamos.
Terminamos de comer y volvimos a cruzar otra vez la calle para ir a una cafetería que había enfrente del Mc. Donald. La cafetería era muy grande y había mucha gente, sobre todo jóvenes. Pedimos para tomar un café para Miriam y para Sergio un batido de chocolate bastante bueno por cierto. Nos sentamos en una especie de sillones muy cómodos con una mesa pequeña redonda en medio. El sitio tenía pinta de ser de clase (un poco pijo), y se estaba de maravilla; la única pega que le pondríamos sería el aire acondicionado que lo tenían muy alto, parecíamos pinguinos allí dentro.
Seguimos dando un paseo por Akihabara, sobre todo por las tiendas de mangas ya que muñecos teníamos muchos y no sabíamos donde meterlos.

Entramos en una tienda llamada Don quijote (Donki) muy chula e interesante. La verdad es que cuando vimos el nombre de la tienda nos quedamos un poco alucinados.
Don quixote es el nombre de la cadena de tiendas más famosa de Japón. Estas tiendas se pueden encontrar prácticamente en todos los barrios de Tokyo. Éstas tiendas son famosas porque tienen de todo. Y no es sólo un decir, realmente tienen de todo. Cualquier cosa que necesites en cualquier momento, ya sea ropa, bolis, , enchufes, lamparas, cosplay, articulos eróticos, pijamas... lo que sea.






En la que estuvimos nosotros (en Akihabara) tenía 5 plantas y como dijimos antes, tenían de todo, todo, todo...hasta recreativos, además todo era bastante barato. Que pena no haberla encontrado antes y no el último día por la tarde. Nos hubiésemos llevado to la tienda, jajaja.


Nos llamó la atención que cuando paseabas por los pasillos te podías encontrar la zona warri (la erótica) y justo al lado otra totalmente diferente (como por ejemplo ropa interior, bolis o cuadernos) y todo como muy junto y casi mezclado. No como en otros sitios que vemos por España que la zona erótica de algunos sitios lo tienen apartado de lo demás, medio escondido y con un cartel en grande que pone solo mayores de 18.
Estuvimos viendo los Cosplay, había un montón y a buen precio. Miriam tenía entre ceja y ceja comprarse uno, y al final vio uno que le gustó mucho de sacerdotisa, pero algo más corto de lo normal...jajaja. Costaba unos 8500 yenes y como nos sobraba dinero en el hotel y todavía era pronto (17:30) volvimos a él para comprar el Cosplay.
No tardamos mucho en llegar al hotel, vaciar la mochila llena de regalitos, coger el dinero y volver otra vez a Akihabara. Tan solo eran 5 paradas y entre ida y vuelta tardamos más de media hora.
Volvimos otra vez a la tienda de Don Quijote, y además de comprar el Cosplay, compramos una gorra muy chula para Sergio ( le encantan las gorras) y un yukata de verano para Sergio; le costó mucho decidirse por 2 de ellos, uno era el traje de Goku (en yukata) y el otro era negro muy wapo con sinbolos dorados, y al final se decidió por el último.
Estuvimos pensando en comprar una camiseta y un póster del metro de Tokio, pero en ese momento no nos llamó mucho la atención. Y ahora que estamos en Madrid nos arrepentimos de no habernos llevado por lo menos el póster.
Salimos de la tienda y paseamos tranquilamente por las calles de Akihabara, nos estuvimos cruzamos con mucha gente española, a cada paso nos cruzábamos con alguno.
Pasamos al lado de una tienda de crepes y no nos queríamos ir de Japón sin volver a probar los deliciosos crepes japoneses, así que nos acercamos a comprar un par de ellos y algo de beber.
Volvimos a comprar los mismos crepes de la última vez, uno de platano, choco y nata, y otro de lo mismo pero en vez de platano, fresas.
Estuvimos comiéndonos los crepes apoyados en una barandilla enfrente de la tienda y descansando un poco antes de acabar el último paseo por Akihabara. Allí vimos aparcada una moto muy extraña, parecía creada por Bulma, jajaja. Que pena que en ese momento teníamos la cámara sin batería.
Sergio estuvo buscando por todas las tiendas de comics alguno manga erótico (Hentai) o algún libro de ilustraciones eróticas que saliesen dibujos manga para comprarse alguno, jajaja. Mira que no hay de esas cosas por Japón, sobre todo en Akihabara, que das una patada a una piedra y te sale una; pero al final de tanto mirar y pensárselo durante una hora no se pilló nada de nada.
Lo que si nos llamó la atención de tanto mirar tiendas fue en un edificio con varias plantas que estaban repletas, todas ellas, de mangas y libros con ilustraciones eróticas de dibujos Hentai. Lo que nos hizo mucha gracia de este sitio fue la cantidad de japoneses que había y casi todos con cara salios tipo Maestro Mutenroy y que cuando les mirabas bajaban la mirada y salían casi corriendo o se se iban para otra zona más alejada; pero sobre todo lo hacían cuando veían a Miriam que era de las pocas chicas que había por allí; tan solo nos cruzamos con 2 o 3 más en todo el edificio.
Lo del ascensor era también un cachondeo, porque cuando estábamos dentro y se abrían la puertas, el japonés que estaba fuera e iba a entrar veía a Miriam y no sabía ni donde meterse, algunos ni entraban,jajaja. Eso si, el ascensor era pequeño e iba petado y tenias que tener cuidado por la retaguardia, jajaja.
Después de no decidirse por ninguno, probamos suerte con el último edificio que íbamos a visitar y del que nunca olvidaremos. El edificio era pequeño y tan solo tenía 4 plantas. Empezamos por la planta más alta, como siempre que hacíamos en Japón. Cogimos el ascensor y subimos hasta la 4ª planta y allí no había nada, tan solo eran oficinas. Al coger el ascensor para volver a bajar a la siguiente, el ascensor bajó solo sin que nosotros diésemos al botón para bajar. El ascensor se para en la 2ª planta y de repente se abre la puerta y nos encontramos un cacho de corazón de neón enorme rosa, un sillón redondo a su alrededor también rosa y toda la decoración (incluyendo paredes) era..... ¡ROSA!, pero hay no acaba la cosa; junto a la puerta del ascensor había una japonesa vestida de sirvienta tipo Hentai invitándonos a entrar, nosotros pegados al otro extremos del ascensor flipando y diciendo ¡Que ostias pasa aquí!. Nosotros enseguida le dijimos que no, pero ella insistía que entráramos aunque no entendíamos nada de lo que decía. Sergio le dio al botón para bajar pero ella volvió a dar al botón para que no se cerrase la puerta, en ese momento la japonesa le dijo algo a alguien y de repente vienen más REFUERZOS por que aparece nos aparece otra japonesa vestida de sirvienta y empezó a decirnos también que entrásemos. Nosotros ya no sabíamos donde meternos; 2 japonesas ventiañeras, con vestidito de sirvienta bastante cortito y hablando con esa vocecita y mirandote con esos ojos y además con una sonrisita...¡TIERRA TRAGAME!,jajaja. Nos recordaba a las típicas series anime donde de repente a un chico le sale una tía con un escotazo, o sin el, y se planta delante del tío y a el se le salen los ojos de las órbitas y le sangra la nariz, jajaja. Aunque no recordamos muy bien, pero creemos que hubo una tercera japonesa vestida igual. Ya casi hace un año de eso.
Cuando por fin bajamos y salimos del edificio, delante de la puerta, había otra vestida de sirvienta repartiendo propaganda ¡NOOOOO!.Nos perseguían por todos lados, jajaja. La verdad es que en ese momento queríamos salir corriendo de allí, pero ahora al recordarla nos pareció una anécdota muy graciosa y divertida,siempre la recordaremos como una de las mejores cosas que nos paso en Japón.
En la planta del edificio que nos paso esto creemos que era un hotel del amor o love hotel. Es un tipo de hotel típico en japón que ofrece privacidad y discreción para una pareja que deseen tener relaciones sexuales; aunque también se utilizan para la prostitución o para citas por compensación. Pero la verdad es que las chicas que estaban dentro e insistían tanto que entrásemos que no sabemos lo que realmente querían... por que no la entendíamos, pero nos quedamos con las ganas de lo era y que habría dentro. A lo mejor cuando volvamos a Japón lo comprobamos...jajaja.
Respecto a lo de las sirvientas, ves muchas mientras paseas por Akihabara, pero no te abordan como en el del hotel. Tan solo están allí para repartir propaganda y dar folletos de las tiendas que hay por allí. Incluso hay muchas en algunas cafeterías sirviendo cafés, aunque nosotros no entramos en ninguna cafetería de esas.














La vedad es que antes de ir a Japón queríamos entrar en alguna, pero al estar allí nos olvidamos completamente de ellas y ahora nos arrepentimos de nuestro descuido y no haber podido entrar en ninguna.
Otra cosa, respecto a cuando vas a entrar en cualquier ascensor de un edificio con tiendas (muñecos, anime, consolas, televisiones, móviles, etc), justo al lado del botón para darle para subir o bajar alguna planta, tienes un letrero donde te indica que hay en esa planta; lo que pasa es que si no entiendes nada de japones, tienes que ir planta por planta averiguando lo que hay y a lo mejor te puedes llevar alguna sorpresa como nos pasó a nosotros con el love hotel, jajaja.
Después de esta buena experiencia dejamos las tiendas y fuimos a disfrutar un poco del vicio en unos recreativos Sega que había antes de irnos de Akihabara.
Entramos en uno que tenía por lo menos 4 plantas. Cada planta tenía unos juegos específicos como: de cartas, de robots mechas, de coches, etc. Nosotros estuvimos una media horita echándonos unos buenos vicios en casi todas las plantas. La verdad es que no queríamos salir de allí, pero por una razón muy sencilla, sabíamos que al salir de allí ya sería lo último que íbamos hacer en Akihabara, en Tokio, y en Japón...y nos daba pena irnos ya.
Salimos de allí sobre las 20:15 y vimos que había habido un accidente, estaba también la policía; al parecer no era nada grabe, tan solo había sido un pequeño golpe. Pero verlo en Japón chocaba un poco, ya que en Madrid estas acostumbrado a ver accidentes casi todos los días, pero en Japón era raro verlos.
Fuimos hasta la estación donde cogimos la Yamanote Line hasta la Nippori. Volvíamos otra vez cargados hasta el hotel y con pocos Yenes en el bolsillo, jajaja.
Llegamos al hotel y lo primero que hicimos fue empezar a preparar las maletas para irnos de allí al día siguiente y tenerlo todo preparado para levantarnos e irnos directamente.
Tuvimos que jugar un poco al “tetris” con las maletas y colocar las cosas para que entrara todo. Tanto las 2 maletas, como las 2 mochilas que llevábamos iban a reventar; y eso que decidimos dejar en la habitación sin llevárnoslo: los 2 paraguas trasparentes que compramos en Kyoto, la bolsa de deportes que nos llevamos de Madrid, 2 botes pequeños de plástico donde llevábamos las colonias, unas chanclas que llevábamos Miriam ya algo rotas y alguna cosilla más. Se iba a poner muy contenta la señora de la limpieza cuando fuese a recoger y limpiar la habitación al día siguiente.
Una vez acabamos de colocar todo, Miriam se bajó a la ducha mientras Sergio seguía preparando cosas para el día siguiente.
Una vez subió Mirian , Sergio se bajó y después de una buena ducha se metió al Osen a disfrutar del último baño relajante, esta vez sin nadie y la mar de a gusto. Ahora cada vez que se va a la cama destrozado y hecho polvo hecha de menos esos baños en el Osern que le dejaba muyyy relajado y que dormía muy bien y del tirón.
No nos acordamos muy bien de lo que cenamos esa noche, después de tanto tiempo y cenando todas las noches cosas diferentes ya la memoria empieza a fallar.
Nos acostamos muy pronto (22:30) para poder levantarnos a las 6 de la mañana y salir a la estación. Pero sobre todo lo hicimos para que Miriam estuviese bastante descansada y no le pasase como en el viaje de ida que no había descansado muy bien y paso lo que paso.
CONTINUARA...

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